Cualquiera pensaría que esto de enseñar, es cosa fácil.
Pero, no.
He visto el trabajo de mi mamá toda mi vida, pasar luchando para lograr llevar el alimento en la casa, y los últimos 10 años o más, dedicarse a la docencia, acostarse noche, calificar parciales y actividades, buscar nuevas tendencias y cosas para enseñar, y en ese momento, todavía no me había entrado en la cabeza que esto de enseñar tiene su arte.
Si, me frustro muchas veces, en realidad muchas veces -y sin sonar víctima- me esfuerzo mucho, por todo, por una cátedra amena, creativa y diferente, por buscar medios de inclusión a los alumnos, descuentos y promoción para difundir su trabajo, crear programas didáctivos y lúdicos, que aprendan en la diversión.
Muchas veces he querido tirar la toalla, decir basta. Yo como educador, me dí cuenta que quería hacer todo lo que no pude mientras estaba en la universidad, que quería cambiar ese paradigma de un catedrático lejano, y por supuesto, mantener todo aquello que me pareció una experiencia gratificante dentro de la universidad, como no llamar por título a los docentes sino por su nombre, como buscar otros medios no convencionales para enseñar.
Pero es yuca cuando estás en un lugar donde ser exigente es sinónimo de ser enojado, hecho leña, pesado, y bla bla... cuando el simbolo de un buen maestro se mide con las evaluaciones, y para sacarte 10 en las evaluaciones, puya, debés casi que regalar notas, ser permisivo, no decir nada si la mara llega tarde o se va antes, parciales fáciles, una tarea nada más, no exigir demasiado y bla bla.
Mi mamá me advirtió, mi coordinador también, que no me complicara.
Pero tengo el caracter de ella. La idea que un profesor está para ENSEÑAR para que la gente aprenda, tener en un salón los futuros líderes, publicistas, comunicadores, diseñadores, fotógrafos, o lo que sea, yo lo tomo en serio.
Yo si quiero que exista un cambio en la siguiente generación, que sea una generación de cambios pequeños, positivos, propositivos, creativos. Que en su mente no se detengan las ideas y si esto me encasilla en ser un profesor pesado, y exigente... soy culpable.
Si, me clavo cuando veo que la mara se cambia de grupo porque los otros son "más fáciles" como dicen ellos, cuando piensan que la vida es fácil... y uno se pregunta ¿qué es fácil?, en esta vida... Nada. Y eso hace la diferencia... lo díficil se aprecia porque cuesta.
No me considero el mejor, pero si estoy consciente de lo que hago y lo que no, mis metas, mis objetivos, mis alcances y mis límites.
Quisiera cambiar muchas cosas, que hubiera un periódico más interactivo para los alumnos, que el boletín sea físico, un espacio para exposición permanente de los alumnos. Que la radio y la tele de verdad estén enfocados en un desarrollo cultural, artístico y publicitario propio de los alumnos.
Es difícil, que la gente te escuche, te ponga atención, te crea, soportar la envidia, la gente que te ve feo, que te grita y ni te conoce, en fin...
Si, es yuca, pero nunca he hecho nada fácil. Todo es difícil.
Y aún en esta nueva etapa no me voy a rendir.
A seguir adelante, y agradezco infinitamente a muchos de los alumnos que me han apoyado a capa y espada y que de verdad quiero un montón.
De verdad han progresado mucho en sus fotografías, y se nota, sé que cuesta, pero los resultados son obvios y también se siente.
Sé que esta catedra ha sido una montaña rusa de emociones, de aprendizaje, de conocer personas, profesionales, y todo por ustedes.
Creo en ustedes.
Adelante todos.