{Miedo que crece}

Miedo a que este corazón se quede estancado en esta habitación.
Que no quiera seguir. Ni pensar. Ni crear.
Miedo a no querer amar,
A obviar que existe esa posiblidad,
ese sentir,
a olvidar que dentro de mi hay alguien indefenso,
Miedo a querer hablarte,
a querer decir...
que todo va a estar bien.
a decirtelo a vos.
Miedo a tomar el teléfono,
y querer oírte,
sólo para asegurarme que estás bien,
que yo no lo estoy.
Sólo para disipar este dolor.
Miedo a quemar estos papeles.
Miedo a correr -otra vez-
de caminar kilómetros para pensar.
otra lagrima derramada.
Miedo a seguir pensando en esto,
miedo a estancarme en este estado,
miedo a seguir llorando.
miedo a esta sensación posesiva,
miedo a luchar contra mi mismo,
de reaccionar en contra de mis ideales,
miedo de tomar la decisión de irme,
tanto miedo,
tanto ideal perdido,
Miedo a seguir llenando este espacio
con estos pensamientos.

{Días de octubre}

Empiezan estos días, donde uno siente que el año está a punto de acabar. Cuando uno está preguntando que será el otro año, y que hemos hecho de el actual. Siempre nos encontramos en una pared sentados, pensando en todo lo que ha pasado. Y depende de nosotros si queremos tomar todo este baúl de cosas en algo negativo o algo que nos haga crecer.

Entiendo que siempre escribo lo que me pasa de maneras  no literales, entiendo que pudiese parecer que mi vida es depresiva, o que todo es negativo, la verdad es, que durante todos estos años no puedo negarme que he sido fuerte, que me han dolido todos estos procesos y me han tirado a la calle.

La vida ha sido esta, la que me han dado, la que me he querido decir adios, o correr a una montaña verde con frío. Sé que estar aquí sentado escribiéndo estos días me hace ser alguien vivo. Con palabras sueltas en un espacio virtual.

En algún lugar, de algún momento llegará una luz que sanará.