Dejáme por un momento en el espacio intermedio entre las calles.
Quiero saborear por última vez la carencia de toda razón-lógica-moral que me queda.
Saborear el sabor a vomito que debió haberme quedado.
Observar la decadencia de mi ser.
Tantas cosas que he deseado,
que he quemado,
quemado con tanto brillo,
me cegué en este período,
oscuro, vacío, perdido.
Quebré la cerámica de muchos corazones.
Rompí las cajas de confianza.
Boté las bases pintadas de sueños y deseos imaginados.
Y ahora,
en la ciudad,
las luces se mueven de tal manera que no quiero verlas más.
Las extrañaré.
Lo sé.
Pero sé también
que debo irme.
Caminar más kilómetros de los recorridos anteriormente.
Despedirme de las caras vacías, de datos que no conozco tanto.
De las vidas que nunca conocí en realidad,
de las fotos que se desvanecen.
Debo aceptarte.
Aceptarte como un camino.
Un paso.
Un lado.
Caben las emociones ahora.
Quieren seguir teniendo espacio dentro.
Deben salir los negros,
los grises,
Entrar los verdes,
el verde.
Ese verde sonrisa,
Aquí viene, tomando mi cuerpo,
cerrando mis ojos,
Aquí viene finalmente,
en torbellinos calientes,
rodeándote,
Es en tus ojos donde quiero estar.
Es en tu mirada donde quiero vivir.
Todo lo que no dije antes,
Todo lo que quiero lograr con el miedo profundo dentro de mí,
pero aquí viene,
llevándome,
Aquí viene empujándome,
a maravillarme con la vida,
No quería ser,
ni estar,
¿Cómo has logrado abrirme de nuevo?
Aquí viene de nuevo,
este sentimiento del que me he dado cuenta recién,
que no quiero soltar,
aquí viene.
Quiero cerrar mis ojos.
Y vivir,
vivir en tu sonrisa,
en tu pecho,
vivir en tus manos,
en tus orejas,
Quiero vivir en tu cabello,
en tus labios.
Soñar,
Soñar de nuevo,
olvidar,
de una vez.
Aquí viene.
Aquí viene finalmente,
en torbellinos calientes,
rodeándome,
Es en tus ojos donde quiero estar.
Es en tu mirada donde quiero vivir.
Aprender,
aprender de nuevo,
a perdonar,
perdonarme,
perdonarte,
pedir perdón,
Desde cero.
Y vivir,
vivir en tu sonrisa,
en tu pecho,
vivir en tus manos,
en tus orejas,
Quiero vivir en tu cabello,
en tus labios.
{este soy yo}
- Sarbelio Henriquez
- San Salvador, San Salvador, El Salvador
- En algún momento soy diseñador, en otros artista, en algún tiempo soy docente, a veces soy muchas cosas, y me gusta amar lo que hago. A veces sólo existo. Y otras soy yo. Miembro de: Helio Colectivo Creativo, JCI El Salvador, Red Vanguardia, Espacio Migrante, Moby Dick Teatro.
viernes, 20 de diciembre de 2013
domingo, 8 de diciembre de 2013
Tanto tiempo.
Tengo tanto tiempo de no tener tiempo,
tiempo para darme cuenta de todo lo que cambia,
de todas las cosas que cambian a mi alrededor,
de todas las cosas que van creciendo,
y todas aquellas que van quedándose atrás,
atrás en el camino de mi vida.
Aún no he tenido tiempo para llorar,
para sentirme triste por todo lo que ha sido,
y todo lo que no ha sido.
Tiempo para asombrarme de mi mismo,
de todo lo que estoy logrando, todas estas cosas que estoy haciéndo en mi vida.
Tiempo para abrazar.
Tiempo para perdonar.
Tiempo para pedir perdón.
Tiempo para olvidar.
Tanto tiempo acumulado.
Y es que el tiempo,
para muchos no vale mucho,
o nada.
Para mi es un todo.
Es un todo.
Tiempo es todo.
tiempo para darme cuenta de todo lo que cambia,
de todas las cosas que cambian a mi alrededor,
de todas las cosas que van creciendo,
y todas aquellas que van quedándose atrás,
atrás en el camino de mi vida.
Aún no he tenido tiempo para llorar,
para sentirme triste por todo lo que ha sido,
y todo lo que no ha sido.
Tiempo para asombrarme de mi mismo,
de todo lo que estoy logrando, todas estas cosas que estoy haciéndo en mi vida.
Tiempo para abrazar.
Tiempo para perdonar.
Tiempo para pedir perdón.
Tiempo para olvidar.
Tanto tiempo acumulado.
Y es que el tiempo,
para muchos no vale mucho,
o nada.
Para mi es un todo.
Es un todo.
Tiempo es todo.
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