{este soy yo}

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San Salvador, San Salvador, El Salvador
En algún momento soy diseñador, en otros artista, en algún tiempo soy docente, a veces soy muchas cosas, y me gusta amar lo que hago. A veces sólo existo. Y otras soy yo. Miembro de: Helio Colectivo Creativo, JCI El Salvador, Red Vanguardia, Espacio Migrante, Moby Dick Teatro.

sábado, 30 de agosto de 2008

{el crimen a mí mismo}

Y ahí estaba yo, tratando de sobrevivir, el día a día, sin aliento para poder seguir más que las ganas oxidadas de buscarte, ¿por qué no dejo de escribir de vos? ¿por qué te sigo ciegamente?.
Y me fui a ese bosque perdido, troncos de cemento, hojas de cielo de metal... sé que hay rostros, sé que hay movimiento... pero ya no logro distinguir quien es el humo y quien es la luz.
Camino sin reparo hacía donde mis pies me lleven, y es que si me detengo me caigo, me pregunto de nuevo, me ignoro, me hablo...
¿qué te pasa?
no, hoy no quiero hablar con vos.
ya no... yo no quería hablar conmigo. Es otra persona dentro de mí, tomé el celular, lo abrí y empecé a hablar... pero si no ha sonado, nadie me ha hablado. ¡YO sé!. pero debo parecer normal, ¿cómo voy a hablar conmigo? no es normal... así que puse la grabadora interna y empecé a hablar sin parar, palabras, verbos y un nombre que todo mi cuerpo no puede digerir sin necesitar un poco de agua, eso es todo lo que decía. No recuerdo muy bien cuanto tiempo lo hacía pero parecía no parar.
Te sentaste (yo). Yo me senté y quería dormir mis manos, se movian sin remedio, como sí la habitación estuviera helada, temblaban sin poder detenerse, y mi mirada se perdía en el horizonte.
No quiero esto, por favor, no quiero esto, por favor, no quiero esto, por favor. Estoy yendome de nuevo en este hoyo negro. ¡DIOS! por favor no quiero ir, y mis manos no pueden dormir y se han tomado mi espíritu, rozando mi cara y tomando mi cabello. Duele, pero no siento dolor, estoy cayendo. Por favor, hoy no, Sarbe, hoy no, oía las voces, sé que las oía pero no podía dejar de oir, no entendía si quería oirlas o es que mi cuerpo se deja llevar por ellas. ¿Quien está hablando?
soy yo... NO soy yo.
¡Dios! sacáme de acá, por favor, no me dejes caer otra vez.
Sarbe vos te estás haciendo esto, no las escuches pero dejálas llevarte.
y cada sentido empezaba a tener un sentido diferente, mis manos de nuevo estabán golpeándome sin importar a que costa pero debían hacer entender al cuerpo que no podía rendirse, y aunque le doliese a si mismo, debía entender.
aquí vienen los golpes, no son fuertes, son constantes, mi mano derecha a mi cabeza, mi mano izquiera quiere arrojar todo, mi mano derecha con mi mano izquierda, ahora son ambas. no dejan de asistir el tronco que las controla.
Mi sentido de la audición... podía oirlas todavía, unas decían: no me dejés ir, porfa, no me dejés caer, hoy no, por favor, hoy no, ya no puedo más... mientras se intercalaban con ellas, aquellas que dicen: vos sabés que todo esto lo estás causando vos, no lo podes detenér, por favor no hoy, vos sabés que no hay nadie acá, por favor no quiero caer, vos sabés que sabés que te has olvidado de vos, te has ignorado de nuevo, levanta la mano si querés opinar, hoy no puedo más, por favor, no quiero caer, por favor, deja de hacer esto, por favor deja de caer, por favor, ¿cuántos por favor son necesarios para dejar de sentir esto?
Ya no quería oir... pero ahora hay más voces.... sos un niño, por favor sarbe, hoy NO, no, NO, no NO, te estoy diciendo que hoy ¡NO! ¡puta no entendés que hoy no quiero hablar!, es que a veces me hartás.... no vos, tu actitud...
¡HOY NO! por favor no me dejes caer, es tu culpa, vos estás haciendo, me duele, vos estás haciendo todo esto, ya no puedo.
No quiero oirlas, y mis manos necias no me responden, cuando me cubro mis oidos, ahí están, no se van.
Siento olor a dolor, siento olor a dejar esto ir, huele a a nada, pero huele a vos... y no quiero sentir ese olor, ¿te acordás cuando te conocí? tenías miedo, y venías bajando tímido hacía donde yo estaba... no quiero sentir ese olor. me pierde en tus juegos de palabras, No, tampoco quiero dejar de respirar. Manos por favor, suelténme. necesito un abrazo.
Y ahí estaba yo, salí de mi mismo para verme desde arriba con la luz medio oculta, ahí estaba yo viéndome en azul y negro, con un sabor insipído en mi paladar, aguanta un poco más, todo va a terminar.
Me podía ver a mi mismo, ver como él se estaba atacando. Nadie más lo puede ver, nadie más lo puede oir... nadie lo puede sentir ya.
estoy cometiendo un crimen, y no lo puedo detener, estoy consciente de mi delito, pero lo merece... lo merece por amar...
¡NO! no lo digas....
si. hoy no por favor, ¡qué no entendés que no quiero hablar!, por favor así no me hables, no quiero, me duele todo.
Me duele.
¡detenganlo por favor, alguien detengalo!
estaba viendo como pasaba todo, se gritaba pero nadie hacía nadie, todos lo sabían, pero nadie podía hacer nada, es como si un fantasma pasara por la ventana de tus ojos.
¿cómo puedo dejar que esto pase? sos vos, pero no sos yo. sos yo pero no sos vos, no tenés acceso, estoy perdiendo peso, estoy perdiendo fuerzas, estoy perdiéndome...
y la máquina detectora de corazones dañados no para de emitir un sonido agudo que hasta podría dejar de oirse si cerramos los ojos, pero al cerrarlos te pueden ver, a vos, tratando de abrazarme, pero luego diciendo: te voy a ir a dejar. te voy a ir a dejar. no, NO no NO.
No quiero un no, hoy no, hoy quiero un hoy, por favor, dame un hoy. ¡Qué dejes de rogar!, ¡qué dejes de pedir!, ¡qué dejes de rogar!. Estoy débil.
Debes ser fuerte.
Sigo viendomé tirado en el piso, mientras venís, y marcas mi silueta con un yeso blanco que al marcarse se hace negro. porque dejaste esto para mánana... no ha sido mañana todavía, si pero lo dejaste para mañana, él quería hoy... ¡queria un puto hoy!
¡NO! no hay un hoy.... hay un más tarde.
ya basta.
ya por favor no me dejés caer.
ya por favor.
NO
mis manos.
mis ojos.
mi boca.
mis oidos
mi nariz.
parece que algo le pasó... por la forma en que gritó sus palabras creo que no se sentía bien.
¡pero si eso es obvio! no, no lo es... y de todas formas es su culpa. por sentir tanto.
es mi culpa por sentir todo.
rápidamente regresé a mi mismo, me incorporé, regresé a la silla, y estaba vivo de nuevo.
perdidamente recibí una llamada, eras vos, querias verme.
y mis piernas empezarón a sentirse heladas, dije sí.
faltan más de dos horas y media para verme.
el reloj parecia molesto conmigo porque no quería mover sus agujas mágicas que hacen que repentinamente sea más tarde.
pero esta vez estaban estancadas.
han pasado 5 minutos.... sólo faltan 145 minutos para saber de mi futuro.
llegué pero recibí otra llamada.
Hoy sólo te iré a dejar a tu lugar de origen...
no... hoy no... siempre más tarde.
NO por favor, hoy te necesito a vos, hoy te necesito conmigo. Por favor.
y camine, sin parar y sin detenerme, sin ver para atrás ni para adelante.
y caí de nuevo.
Te sentaste (yo). Yo me senté y quería dormir mis manos, se movian sin remedio, como sí la habitación estuviera helada, temblaban sin poder detenerse, y mi mirada se perdía en el horizonte
y aquí estoy en el piso. estático con cristales en mi rostro.
Vuelve el circulo vicioso.
he cometido de nuevo este crimen conmigo mismo.
hoy no, por favor.
hoy no.
NO
ya no un no
por favor,
por favor.

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