Cuando vos no estás

{Soy de las personas que siente}

Entiendo muchas cosas de la vida, y otras es posible que nunca llegue a entenderlas, hoy, después de haber tenido una semana para observar cosas, procesarlas, llega el momento para sacarlas.

Es díficil, la verdad, es díficil, tratar de sonreir todos los días, tratar de ser buena gente, es díficil, a veces ver que otros están en la misma situación, ver como fingen una sonrisa, y sentir que una oleada de sentimientos contrarios están dentro de ellos.

No es tan fácil, darte cuenta que has estado en un ambiente familiar donde siempre ha existido algún tipo de violencia intrafamiliar.
Y es todavía peor ver como tu papá le puede pegar en la cara a tu hermana de 26 años.
Cuando pensás que eso quedo atrás hace años.
Cuando creés que ese tipo de actitudes cavernicolas se habían acabado, junto con los gritos, junto con las formas más traumatizantes de mi infancia como cuando estuve en ridiculo con un vestido de mi hermana que mi papa me obligó a ponerme, en el colegio, en frente de todos.

Y la vida pasa, y uno, va aprendiendo, sigue cometiendo actos estupidos, que a veces no reparamos en pensar ¿por qué?, y de esos actos estupidos, están aquellos en los que simplemente salen de nosotros por confiar demasiado en los demás, para luego te devuelvan el corazón roto.

No, no soy de los que ve la vida negativamente -si eso piensan- no, no soy un emo, ni un traumado, o algo así. Creo que más bien, soy de esas personas que SIENTEN, que se dan el tiempo de sentir, lo que sea que pase en cualquier momento.

No es fácil darte cuenta que estudiaste algo que amás, que adorás pero por las "situaciones", o no hay trabajo, o mejor dicho, un buen trabajo, o te quieren pagar una mierda, así que tomás la decisión de hacer algo alterno para no sentirte prostituido ni violado. Al menos, eso hago yo.

Es conmovedor, ver que tu mamá empeñara todas sus cosas para poder pagar los gastos exagerados de graduación, mientras tu papá se hace el suizo, y empeñado en arreglar sus 2 carros costosos. Y es conmovedor, porque sabés que vos has luchado 4 años para mantenerte, para hacer tus cosas, para quitarles un peso a tus padres, para independizarte, pero que justo en este momento, no podés con todo.

Es raro ser alguien que confia ciegamente en las personas, que C-O-N-F-I-A, que no dice que no, que trata de ser generalmente una buena persona, siempre he sido el niño tranquilo, que no toma, no fuma, no tiene vicios, que saluda, que no sale a altas horas de la noche, el que le hace las tareas a los demas, el que cumple todos los favores que le piden, el que abraza cuando alguien lo necesita. Y a pesar que exista el concepto de que las cosas no deben hacerse para recibir nada cambio, simplemente ese concepto no se aplica ni quiero que se aplique a mi, En este caso, si, soy egoista, y a veces espero que haya en algún lado de esta ciudad alguien que me de a mí un abrazo, que me haga un favor, que me escuche.

Pero, la vida es así, y te da desconfianza, y golpes de amigos, golpes de personas que amás, donde luego ves hacia abajo, y encontrás pedazos de ceramica roja, que formaban un corazón, y vas a la tienda del perdon para pedir un poquito de pega. Lo pegás, y caminás de nuevo, pero esta cerámica no está tan fuerte como antes, así que a cada golpe que recibás, lo vas sintiéndo más.

Todos tienen miedo a amar, al rato porque no quieren lastimarse, al rato porque "amar" es algo sobrevalorado, o bajovalorado.
Pero yo... amo, y me gusta amar... me duele amar.
Pero, me gusta pensar, que de mi cuerpo salen ondas calurosas y fuertes de amor hacia alguien, me gusta pensar que esa persona siente un cosquilleo, un frío que corre por las venas de todo su cuerpo y luego lo remata con un pum en el corazón.

Y aprovechando estas líneas.
Espero que estés bien. Que te acordés de mi, y que estas ondas que he estado emitiendo todos estos días sean como los de un satelite espacial, y lleguen donde quiera que estés, y en el momento que las sintás tu mundo se vuelva blanco y sólo te acordes de mí. Porque sabés que yo te amo.
Traéme pega.

Rumbo a la Última Calle Poniente

Moby Dick Teatro

Presenta:

Última Calle Poniente

escrita y dirigida por:
Santiago Nogales.

con:

Dinora Cañénguez

Rosario Rios.

Mercy Flores.

Espacio Sonoro:

Juan Carlos Berrios

Diseño Teatral:

Sarbelio Henríquez

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Teatro Nacional Gran Sala

del Jueves 5 al sábado 7 de noviembre 6:30 pm

Domingo 8 de noviembre 10:00 am y 5:00 pm

Entrada General: $3.00

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{y él regresó}

Él tenía miedo - como de costumbre-
de sus fantasmas, lo seguían.
tenía aún más miedo de lo que no existía
porque lo imaginaba.
porque lo veía pasar por su mente
las imagenes,
los sonidos,
las texturas,
sabía -muy bien-
que no podía confiar en las paredes,
ni en nada en realidad.
él sabía que necesitaba gritarlo,
decirlo,
irse,
de verdad,
irse de verdad.
él no podía seguir dándole de comer
a sus no invitados,
a los que daban ideas,
rebuscadas,
lejanas,
pero que podrían ser ciertas.
él no tenía fuerzas.
él
estaba,
ahora,
cansado,
y no quería imaginar más,
nada más.
quería callar.
caer
al suelo.
a la cama,
al sueño
caer.
dejarse llevar.
ahora.
pero no,
no fue así,
no pudo detenerlo,
no pudo decir no,
no pudo caer,
no pudo,
nada
no pudo,





él regresó.