No sé si decir que es curioso.
O algo resultante del infortunio.
No tengo tu casa.
No tengo ese espacio que habitaba en mi mente cada vez que quería ir a algún lugar.
Ya no existe esa idea de hablarte o preguntarse si estás ahí.
¿Cómo podés ser tan tonta?
¿Cuándo te vas a sentir arrepentida?
¿Cuándo te vas a dar cuenta que te convertiste en uno de ellos?
¿Cuándo vas a admitir que vos -también- dejaste ir?
O ¿vas a culpar al mundo?
¿A todo lo que te rodea?
Me has perdido.
Y en suma de perdidas.
Yo he perdido más.
Yo fuí el último.
El sobreviviente de las esperanzas.
El que las recogía,
las guardaba en una caja pequeña.
Yo fuí el último.
Y no tengo donde ir.
Quiero borrar de mi pensamiento,
la idea de tu lugar,
la persistencia.
la fe.
la Esperanza.
Borrarte.
Dar ese espacio a algo más.
A otro lugar.
Otro espacio.
Otra casa.
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