Yo, de verdad quería enseñar, no sé todo, no soy perfecto, y no soy el mejor fotógrafo.
En serio sentía -o siento- las ganas dentro de mí de enseñar a los futuros comunicadores el poder de la imagen, el sentimiento propio de capturar un momento y hacer que este pudiese hablar sin voz, y dejar ser por el mismo.
En serio sentía -o siento- las ganas dentro de mí de enseñar a los futuros comunicadores el poder de la imagen, el sentimiento propio de capturar un momento y hacer que este pudiese hablar sin voz, y dejar ser por el mismo.
Planeé mis clases.
Hacía reconocimientos a mano para los que hicieran las cosas bien :)
Abrí el heliochat para un acercamiento de procesos creativos.
Invertí mi tiempo para calificar actividades.
Y luego, choqué con la realidad, que En realidad, debo estar presente, debo, ser un profesor,
que no necesariamente enseñe, que esté bien vestido, hable bien, con laptop, y por supuesto, que evalúe bien.
Sé que a mis compañeros de la U les darían risa mis evaluaciones, mis actividades, porque son mínimas en comparación con nuestras exigencias allá cuando estudiabamos.
¿Cómo se aprende a andar en bicicleta sin tocar una?
¿Cómo aprendés a manejarla sin caerte?
¿Cómo aprendés fotografía sin tomar fotos?
¿Cómo sabés que lo hacés bien o mal sin una crítica?
Me siento prostituido.
Me siento decepcionado.
Es hora de diseñar presentaciones de powerpoint, hacer parciales y actividades escritas y teóricas sin practicar.
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