De las cosas que pasan
Siento que hago demasiado. Que llegue a un momento en el que soy demasiado para lo que debería ser a mi edad, o a este país, o no sé. Soy demasiado y a la misma vez no soy nada.
En unos lugares me dicen que tengo demasiada experiencia para que me acepten en un trabajo. Personas dicen que no tengo vida. O que soy casi omnipresente.
No es que quiera prestarle tanta atención a los demás.... Pero...
Pero quizás me faltó ser como el resto. Quizás me falta más hacer nada y más quedarme quieto. Porque he terminado en este día sintiéndome tan, tan nada en un mundo tan extraño.
No quiero sentir, al final, no quiero pensar, al final.
Desvalorado.
Abandonado por mi mismo.
Tantos "si's" para los demás.
Y ninguno para mi.
Tantos favores a todos,
Y tantas negaciones a los míos.
Tantas necesidades que todos tienen,
Exceptuando las mías.
¿Es este el mismo discurso?
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Moverme,
Arriba, donde en realidad es más al sur.
Moverme a otro lugar.
Nuevo. Desconocido.
Darme cuenta que todo lo normal e alguien haría yo no lo he hecho.
Que posiblemente no estoy seguro si podría hacerlo.
Emociones.
Derrochadas en una noche donde todos derrochan dinero en alcohol.
Huellas digitales en una pantalla que escribe frente a mi.
Intentos de agua.
En el cielo,
Con la lluvia viene también,
El agua de los...
¿Qué tanto debe uno hacer?
O ¿qué tan poco?
Es entonces cuando me pregunto si en realidad,
Dejando atrás la estima, ni la auto.
¿Soy en realidad todo lo que creo ser?
O
¿Qué soy?
Para mi.
Para los demás.
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